Tarifa es un enclave geográfico único en el mundo, con un hermoso paisaje natural costero y terrestre muy bien conservado y de alto valor ecológico.
En su territorio existen dos importantes figuras de protección:
Parque natural del Estrecho
Ubicado en el punto más meridional de la península ibérica, el Parque Natural del Estrecho en Tarifa (Cádiz) es una joya natural que combina una impresionante biodiversidad con una rica herencia cultural e histórica.
Este parque es un lugar fascinante donde Europa y África casi se tocan y donde el Mediterráneo y el Atlántico se encuentran.
Aquí le presentamos algunas de las razones por las que debe visitar este increíble parque natural.
Paisajes espectaculares y vistas panorámicas
Riqueza biológica y observación de aves
Actividades al aire libre y aventura
Patrimonio cultural e histórico
Conservación y sostenibilidad
Escapada perfecta para la relajación
El Parque Natural de Los Alcornocales
El Parque Natural de Los Alcornocales en Tarifa (Cádiz) es un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Este extenso parque, que abarca más de 170.000 hectáreas, es uno de los bosques de alcornoques más grandes del mundo y un refugio para una increíble biodiversidad.
Aquí le presentamos algunas de las razones por las que debe visitar este impresionante espacio natural.
Belleza escénica y paisajes inigualables
Biodiversidad única
Rutas de senderismo y aventura
Valor cultural e histórico
Protección y conservación del medio ambiente
Escapada perfecta para desconectar
La extraordinaria diversidad de paisajes, flora y fauna convierte a Tarifa en uno de los principales destinos de España para el turismo de naturaleza. Este enclave único ofrece experiencias como el avistamiento de cetáceos y aves, el buceo, rutas ciclistas, paseos a caballo y mucho más.
Tarifa es un lugar mágico, donde predominan los vientos de componente oeste (Poniente) y los de componente este (Levante).
Estos vientos pueden llegar a ser de una intensidad extrema, aunque lo normal es que soplen de forma continuada con una intensidad moderada.
Esta especial circunstancia ha sido aprovechada como una gran oportunidad de diversión, generando toda una cultura, una forma de vida y un reclamo turístico gracias a los deportes acuáticos que requieren la fuerza del viento, como el windsurf, el kitesurf o el windfoil.